
Con la llegada del verano son muchos los que se animan a elegir un diseño y grabarlo en su piel, y no es un mal momento para hacerlo, siempre y cuando el tatuaje se cuide adecuadamente.
Limpieza e hidratación son esenciales para su correcta cicatrización, pero además, en esta época se debe proteger del sol, y evitar baños en playas o piscinas al menos los siguientes 15 días a su realización.
Una vez cicatrizado, es aconsejable aplicar una protección solar alta para mantener los colores vivos y brillantes por más tiempo.
Sólo los buenos cuidados marcarán la diferencia en el resultado final de tu tatuaje, independientemente de la estación del año que sea.